Skip to main content

Ficha N°1 de preparación Encuentro de Inicio 22 y 23 de octubre de 2022.

10.- CANTO FINAL: JESUS ESTOY AQUI

Jesús, estoy aquí; Jesús, qué esperas de mi,
mis manos están vacías, que puedo ofrecerte.
Sólo sé que quiero ser diferente.
Jesús, estoy aquí, Jesús, qué esperas de mi,
mis ojos temen al mirarte quisiera poder enfrentarte.
Amar como tú amas; sentir como tú sientes;
mirar a través de tus ojos, Jesús.
Contigo mi camino es difícil, me exiges abrir un nuevo horizonte
en la soledad de mi noche, Jesús.
No, no puedo abandonarte; Jesús, en mi penetraste,
me habitaste, triunfaste, y hoy vives en mi.
Amar como tú amas; sentir como tú sientes;
mirar a través de tus ojos, Jesús, Jesús.

ANEXO: MATERIALES PARA ESTE ENCUENTRO:

1.- Dibujar en una cartulina, al centro, un círculo grande donde al centro aparezca JESUS
2.- Tener una grabadora con música suave para la oración espontánea.
3.- Llevar hojas para dibujar el propio círculo y lápices.
4.- Fotocopiar las fichas de acuerdo al número de participantes.
5.- Tener la canción: “Pa`mar adentro”. Versión original de Pedro Messone.
6.- Música grabada con las canciones por si no se conocieran suficientemente.
7.- Y todo lo que se nos ocurra (altar, cirios, cruz, flores, Biblia, etc.)

                Paz y Bien

XIX ENCUENTRO PROVINCIAL DE LAICOS CAPUCHINOS

FICHA 1

LOS ÁNGELES 22-23 DE OCTUBRE 2022

“NAVEGA MAR ADENTRO Y ECHA LAS REDES PARA PESCAR.” (Lc. 5, 4)

XIX ENCUENTRO PROVINCIAL DE LAICOS
FRATERNIDAD DE LAICOS CAPUCHINOS

1.- Motivación:

Queridos hermanos y hermanas: Queremos comenzar esta breve preparación al Encuentro de Laicos al cual han sido invitados, con la mirada puesta en Jesús. En este Jesús que nos habla y nos dice qué es lo que debemos hacer: “Navega mar adentro y echa las redes para pescar”. Es él quien quiere enseñarnos a saberle escuchar, quiere que dejemos actuar al Señor en nosotros, que nos dejemos llevar por su amor, a reconocer lo que muchos de nosotros no hemos dimensionado: la inmensidad de su amor y lo que nos tiene preparado como plan de vida.  Es Jesús quien les convoca y les hace esta invitación, seguramente del todo nueva e inesperada para ustedes, a través de la cual el mismo Señor quiere tocar sus corazones y hacerse partícipe de una manera más consciente y activa, del camino cotidiano de sus vidas.

También nuestra mirada quiere contemplar la figura de San Francisco de Asís, como aquel perfecto discípulo de Jesús, el cual supo darse cuenta de lo que el Señor esperaba de él, de lo que quería para su vida, lo que no fue nada fácil, no estuvo exento de dificultades, dudas, miedos, indecisiones, equivocaciones. Pero sin embargo supo descubrir a través de su fe el llamado que el señor le hizo.

En comunión con tantos otros hermanos y hermanas que participarán de este Encuentro, les invitamos a vivir este momento de reflexión e intercambio fraterno.

2.- Canto Inicial: Abre tu jardín

Abre tu jardín, traigo una buena noticia, novedad sin fin, corramos a recibirla, ¡ven, levántate!

Abre tu jardín, (abre tu jardín) pon flores en tu ventana, (en tu ventana) canta una canción, (canta una canción) hoy día se murió la muerte, es día de fiesta, es día de vida.
8.- ORACION ESPONTANEA:
Tratamos de crear un clima adecuado de silencio y escucha, colocamos una música suave de fondo e invitamos a los hermanos y hermanas participantes a hacer un momento de oración compartida.
9.- PADRENUESTRO, ABRAZO DE LA PAZ Y ORACION FINAL:
“Omnipotente, eterno, justo y misericordioso Dios: concédenos a nosotros, miserables, hacer por ti mismo lo que sabemos que tú quieres, y querer siempre lo que sabemos que a ti te agrada; a fin de que, purificados interiormente, iluminados interiormente y encendido en el fuego del Espíritu Santo, podamos seguir las huellas de tu amado Hijo, nuestro Señor Jesucristo, y, por sola tu gracia, llegar hasta ti, oh Altísimo, que, en Trinidad perfecta y en simple Unidad, vives y reinas y eres glorificado, Dios omnipotente, por todos los siglos de los siglos”. Amén.

Hoy en tu vida no es distinto. También en la realidad de cada día con toda seguridad hay muchos factores que demandan de ti tu corazón y tus opciones. También hoy, al igual que Francisco en su tiempo, te verás enfrentado a optar entre diversas opciones que se tornan muchas veces sugerentes y atractivos, pero no nos sentimos completos o realizados, como que sentimos que nos falta algo para ser felices para sentirnos plenos.

cantemos: “La Barca”

Sola en el puerto de la verdad, (de la verdad)
veo mi vida meciéndose en el mar.
Es una barca que no viene ni va,
mis esperanzas son velas sin hinchar.

No tengo playas donde llegar, (donde llegar)
no tengo amarras, a nadie tengo ya.
A la deriva está mi barca en el mar.
A la deriva, mi vida flota ya.

Dime, Señor, ¿a quién tengo que esperar?,
¿con qué viento, con qué rumbo debo navegar?
Dime, Señor, pescador del más allá,
si habrá un puerto donde pueda anclar.

Sólo en el puerto de la verdad,
dos nubes blancas se mecen en el mar.
Son dos amores que no supe alcanzar,
son dos entregas y a cambio soledad.
7.- PARA DIALOGAR:
 ¿Cómo es o cómo está mi vida de Fé? ¿Me he cuestionado alguna vez mi Fé? ¿ Es Jesús importante para mí? ¿En qué se nota?
 Si pudiera graficar el lugar en el cual me encuentro en cuanto a mi Fé en el Señor, ¿dónde me ubicaría?
Se entrega una hoja con un lápiz, donde cada cual dibuja un círculo y se dibuja él mismo dentro de o fuera de él, colocando el lugar donde se encuentra ahora en el seguimiento de Cristo. Por cierto Cristo aparece en el punto central del círculo.
3.- ENCUENTRO CON LA REALIDAD: Nuestra Barca.

Todos estaremos de acuerdo que vivimos en un mundo y en una sociedad compleja. Un mundo donde las alegrías, los gozos, las esperanzas y las tristezas de los hombres de nuestro tiempo son semejantes a las de los discípulos de Cristo, donde hay gente sin horizonte, sin costa, sin vida, sin esperanza. Gente que no tiene suelo firme, ni barca; arrastrados por las olas y expuestos a las tormentas que se encrespan en el fiero mar de la vida.  La sociedad de hoy nos muestra un mundo consumista, nada es gratis, debes pagar hasta por usar las carreteras, pagar por el agua que consumes, por la luz que gastas, si  te enfermas y no tienes como pagar un buen tratamiento te mueres, para poder obtener un título profesional debes endeudarte por la mitad del resto de tu vida, vivimos el día, muchas veces sin opción de proyectarnos a un futuro mejor, el dinero solamente nos alcanza para subsistir, muchas veces nos tenemos que privar de cosas para saciar otras necesidades más vitales.

Por eso, te invitamos a dejar un espacio en tu corazón para dejar que Jesús se presente ante ti como una alternativa verdadera de vida y que te preguntes con sinceridad y realismo hasta que punto HOY Jesús está orientando certeramente tus opciones y la vida de cada día.

Para conversar:

 ¿Cómo está mi barca, estoy siendo parte de esta sociedad que mi país me ofrece hoy? Si soy responsable o formo parte de una familia, siento el peso de ello como una gran carga o lo veo como algo que me tocó vivir y que debo hacerle frente contra viento y marea?

4.- TEXTO BIBLICO: “Navega mar adentro” (Lc. 5, 1-11)

5.- TEXTO FRANCISCANO: De las Florecillas de Francisco
CAPÍTULO XXXVI Una visión hermosa y admirable que tuvo el hermano León y cómo se la declaró San Francisco.

  1. Una vez que San Francisco se hallaba gravemente enfermo y el hermano León le servía, éste estaba haciendo oración al lado de San Francisco, y quedó arrobado y fue conducido en espíritu a un río grandísimo, ancho e impetuoso. Se puso a mirar a todos los que pasaban, y vio entrar en el río a algunos hermanos que iban muy cargados; apenas llegados a la corriente, eran arrastrados y se ahogaban; algunos lograban llegar hasta la tercera parte del río; otros, hasta la mitad, otros, hasta cerca de la otra orilla; pero todos terminaban siendo derribados y se ahogaban debido al ímpetu de la corriente y al peso que llevaban encima.
  2. Al ver esto, el hermano León estaba muy apenado por ellos. Y en esto vio venir una gran muchedumbre de hermanos sin ninguna carga ni impedimento; en ellos resplandecía la santa pobreza. Y vio cómo entraban en el río y pasaban al otro lado sin peligro alguno. Terminada esta visión, el hermano León volvió en sí. Entonces, San Francisco, conociendo en espíritu que el hermano León había tenido alguna visión, lo llamó a sí y le preguntó qué es lo que había visto. Cuando el hermano León le hubo referido toda la visión puntualmente, le dijo San Francisco:
  3. Lo que tú has visto es verdadero. El río grande es este mundo; los hermanos que se ahogaban en el río son los que no siguen la profesión evangélica, sobre todo en lo que se refiere a la altísima pobreza; y los que pasaban sin peligro son aquellos hermanos que no buscan ni poseen en este mundo ninguna cosa terrestre ni carnal, sino que, teniendo solamente lo imprescindible para comer y vestir, siguen contentos a Cristo desnudo en la cruz, llevando con alegría y de buen grado la carga y el yugo suave de Cristo de la santa obediencia; por eso pasan con facilidad de la vida temporal a la vida eterna. En alabanza de Cristo. Amén.

6.- APORTE A LA REFLEXION:
Así como Jesús en otras ocasiones nos ha señalado: “Yo soy la LUZ del mundo”, “Yo soy el buen pastor” o “Yo soy el PAN de vida”, hoy nos ha dicho: “Navega mar adentro y echa las redes para pescar”. Echar la red, de alguna manera, es dejar que la palabra de otro “pesque” nuestro deseo más profundo. Y por tanto, “nos pesque”, nos sacie, nos entienda, nos sane. De la misma manera que cuando otro descubre algo que ocultábamos, le decimos: «me pescaste». Ese que mejor puede pescarnos es Jesús. Él nos dice: «echa tu red»; «suelta tu corazón»; «deja que pesque tu deseo; que sacie tu amor».
Jesús, manda a sus discípulos, simplemente internarse en el mar y echar las redes. Muchas veces a nosotros mismos nos está pidiendo lo mismo. Mar adentro implica irse de donde uno está instalado; “Navegar mar adentro” es abandonar seguridades; es abrir horizontes de nuevas esperanzas.
Simón opone una breve resistencia tanto a ir mar adentro como a echar las redes: “Maestro, hemos trabajado la noche entera y no hemos sacado nada, pero en tu palabra, echaré las redes” (Lc. 5, 5). “En tu palabra”, o sea, confiado en Jesús. Hay en Pedro la fe que está en la base de toda vocación. No podría haber sido Pedro llamado, como lo fue a continuación, si no hubiera habido en él esta fe de base que le fue dada por gracia del mismo Señor y que él sin duda se había ocupado de alimentar como tantos otros de los oyentes de Jesús dentro del pueblo Fiel.
No hay más. Sólo El puede tener esta autoridad para revelarnos por su gracia el don de la fe. Sin la fe no podríamos comprender la maravilla que Dios Padre nos ha regalado para poder entender su amor inmenso sin condiciones, sin restricciones. Simplemente se señala como el único y auténtico CAMINO que nos lleva a la verdad y a la vida plena. Y esta experiencia de tener a Jesús como EL Camino, es la que han hecho muchas generaciones, de hombres y mujeres a lo largo de estos 2000 años, desde que irrumpiera en la historia JESUS DE NAZARET. Muchos lo han buscado con un corazón inquieto y lo han encontrado: Pablo, Agustín, Clara, Ignacio, Teresa, Alberto Hurtado, Laura y así muchos y muchas que no han podido resistirse al encanto que provoca el Maestro Jesús.
El joven Francisco, también en sus comienzos andaba en búsqueda de un sentido para su vida, sólo que al comienzo estaba confundido y pretendía encontrar ese sentido de vida en la guerra, en la milicia y en obtener los honores de este mundo. Su camino está jalonado de hechos significativos que le van marcando su vida, como este que acabamos de escuchar.
Está en los comienzos de su búsqueda y también Francisco debió lidiar entre diversos caminos que se le ofrecían. Cuando después de haber vivido muchas experiencias que no lo dejaban tranquilo, su corazón permanecía inquieto, sentía que algo le faltaba en su vida, hasta que en dia, en la fiesta de San Matías, al oír en el Evangelio que los servidores de Cristo no debían poseer oro ni plata, ni alforja, ni calzado ni dos túnicas, exclamó, según Celano: «Esto es lo que yo buscaba y lo que quiero cumplir». Y se decidió a seguir en todo al pie de la letra el Evangelio y los pasos de Nuestro Señor.